Invierno

El frío y la calefacción resecan la piel, provocando tirantez, descamación y falta de luminosidad. En esta temporada, la limpieza facial es fundamental para eliminar impurezas acumuladas y preparar la piel para absorber mejor los tratamientos nutritivos e hidratantes.

Beneficios: piel más suave, hidratada en profundidad y protegida contra la sequedad.